3 oct 2013

El Entierro Del “No Puedo”.



Escribir los"No Puedo" y enterrarlos...


La clase de cuarto grado de Donna se parecía a muchas que he visto en el pasado.
Ese dia me senté en un asiento al fondo de la clase.Todos los alumnos estaban trabajando en una tarea que consistía en llenar una hoja de cuaderno con pensamientos e ideas. La alumna de diez años que estaba cerca de mí, estaba llenando su página con 'No puedo':

  • No puedo patear la pelota más allá de la segunda línea.
  • No puedo hacer una división más larga de tres números.
  • No puedo hacer que Debbie me quiera...


Había llenado media página y no tenía signos de parar. Caminé por el salón mirando las hojas de los otros niños y todos describían las cosas que no podían hacer.Esa actividad atrajo mi curiosidad y decidí hablar con la maestra. Al acercarme, noté que ella también estaba ocupada escribiendo.

  • No puedo hacer que la madre de John venga a la reunión de maestros
  • No puedo lograr que Alan use palabras en vez de sus puños


Derrotada en mis esfuerzos por determinar por qué los alumnos y maestra se demoraban en lo negativo en lugar de escribir las afirmaciones 'Puedo', más positivas volví a mi asiento y continué mis observaciones. Al terminar la actividad los alumnos recibieron la indicación de doblar sus hojas por la mitad y llevarlas al frente, donde las colocaron en una caja de zapatos vacía.Una vez recogidas las hojas de todos los alumnos, Donna agregó la suya.Tapó la caja, salió hacia el hall y todos los alumnos siguieron a su maestra.
Donna buscó una pala y fueron hasta la parte más alejada del parque.

Excavaron durante más de diez minutos. Acomodaron en el fondo la caja de los 'No puedo' y la cubrieron rápidamente con tierra. Donna anunció:

-Chicos, por favor, junten sus manos y bajen la cabeza.
 Los treinta alumnos obedecieron y formaron un círculo alrededor. Donna dijo su oración:

-Amigos, estamos aquí reunidos para honrar la memoria de 'No puedo'.
Mientras estuvo con nosotros en la tierra afectó la vida de todos, de algunos más que de otros. Desgraciadamente, su nombre ha sido pronunciado en todos los edificios públicos y escuelas.
Acabamos de darle una morada definitiva.
Le sobrevienen sus hermanos 'Puedo', 'Quiero' y 'Lo haré yo mismo'.
No son tan conocidos como su famoso pariente e indudablemente todavía no resultan fuertes y poderosos.

Roguemos porque 'No puedo' descanse en paz y que en su ausencia, todos los presentes puedan hacerse cargo de sus vidas y avanzar.


Ahora, años más tarde cada vez que oigo 'No puedo' veo las imágenes de ese funeral de cuarto grado y como los alumnos me acuerdo que 'No puedo' ya murió.

Chick  Moorman.
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